ENFERMEDAD PSICOSOMÁTICA

La Medicina Psicosomática es una forma de entender la medicina, que tiene en cuentalos factores psicológicos y ambientales que rodean al hombre, no de una forma aislada, sino interrelacionados y en interacción.

En la enfermedad psicosomática coexisten fenómenos de orden biológico, psicológico y social. La aparición de la enfermedad psicosomática y su evolución en  lo corporal puede ser inducida por lo psíquico pero del mismo modo la enfermedad somática tiene su incidencia en lo anímico y psicológico.

Mente y cuerpo están en permanente diálogo y ambos están en interacción con el exterior por lo que nos influyen tanto factores psicológicos (estrés, tensiones, miedos, angustias, tristeza...) como factores físico-ambientales (toxinas, bacterias, virus, traumatismos...). Así que al final, en la aparición de las enfermedades psicosomáticas son tan importantes las situaciones emocionales como lo son las bacterias, las toxinas y los traumas que haya sufrido la persona.

Existen dos línea de trabajo en las enfermedades psicosómaticas. Por un lado, los conflictos puramente psicológicos, que no han sido elaborados de forma correcta, y que derivan en una enfermedad somática con toda su sintomatología, como una úlcera gastroduodenal, un eczema o una hipertensión, apareciendo una lesión orgánica evidente y demostrable.  Aquí es importante tener en consideración los acontecimientos, las dificultades ambientales y el estrés que desempeñan un papel fundamental en la génesis de la enfermedad psicosomática. Detrás de todo síntoma físico hay guardados sentimientos,  temores, pensamientos, y reacciones emocionales.  Escuchar lo que estos síntomas nos están tratando de decir es una forma de ayudar a  conseguir el equilibrio mental y corporal.

Por otro lado, no hay que perder de vista las enfermedades orgánicas que llevan aparejadas multitud de síntomas psicológicos, y que pueden ser responsables del mantenimiento en el tiempo de esta enfermedad o que muchas veces son determinantes en su evolución. Por ejemplo, una depresión derivada de haber contraído una enfermedad, afecta al sistema inmunitario y entorpece la recuperación. Además de los estados depresivos, las situaciones de tensión emocional prolongada y el estrés, producen disminución en las inmunodefensas, por lo que actuar sobre estas variables puede ayudar a mejorar el pronóstico de algunas enfermedades.

En ambos casos hay que combinar en el tratamiento, la asistencia del médico que trata la enfermedad orgánica con el psiquiatra o psicólogo para tratar la vertiente psicológica de la enfermedad. Uno atiende el trastorno orgánico como puede ser una úlcera, el acné o la hipertensión y el otro trabaja sobre el origen del problema psicosomático y, de otros cuadros acompañantes, como la angustia o la depresión.

El espectro de las enfermedades psicosomáticas es ciertamente amplio, pero hay que tener en cuenta que, aunque estas enfermedades pueden ser psicosomáticas, no siempre lo son.

Soy Experta en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud por la Universidad San Jorge y por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia (SEMPyP).